-
Arquitectos: Cel-Ras Arquitectura, El fabricante de espheras, Grupo Aranea
- Área: 1029 m²
- Año: 2020
-
Fotografías:Milena Villalba
1. Contexto. El proyecto de regeneración urbana de la Plaza de la Sinagoga es una intervención sobre el patrimonio construido ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de Onda, de origen islámico (s. XI-XII) y declarado como Bien de Interés Cultural en 1967. La plaza es un vacío en la ciudad medieval, en un área topográfica cerca de los restos arqueológicos árabes de palacios medievales y la iglesia mayor situada sobre la antigua mezquita. En época medieval, como todas las plazas era un punto de encuentro social, un hecho que se amplificaba porque además tenía una de las principales puertas de acceso al recinto amurallado que era el Portal de València, con un camino que conectaba directamente al mar. En épocas más recientes esta plaza sirvió de patio de recreo de la escuela infantil que tenía el complejo eclesiástico. Pero en las últimas décadas la Plaza de la Sinagoga se utilizó solo como estacionamiento de vehículos degradando la calidad del espacio. En 2016, durante una investigación arqueológica investigación, se descubrieron casi al nivel de la plaza unos muros de tapial de época islámica. Se continuaron los trabajos de excavación y se llegó a cotas más profundas hasta casi 5 m. El hallazgo fue sorprendente, porque no sólo se descubrió un de depósito de forma cuadrada, sino que en su interior se albergaban otros restos de época gótica (s.XIII-XV) materializados en una escalera monumental y el arranque de varios arcos, posiblemente apuntados, todo ello de sillares de piedra caliza.
2. Estado de conservación. El espacio arqueológico descubierto era realmente una balsa andalusí del siglo XII rodeada de muros de tapial de 1,40 metros de espesor tenía unas dimensiones 15x15 metros. Posiblemente, ya en época cristiana, durante el s.XII-XV este espacio fue reutilizado por la Orden del Hospital para uso de almudín (almacenaje y gestión de cereales y otras cosechas), la cual construyó 4 hileras de arcos de piedra y una escalera en su interior de estilo gótico-civil. Con la integración del yacimiento arqueológico al resto del espacio de la plaza y restableciendo las conexiones a las calles histórica, el objetivo de la intervención del proyecto ha sido recuperar el interés y la vida urbana del barrio ya que actualmente presentaba una evidente regresión poblacional y abandono social.
3. Patrimonio participativo. El concepto básico del proyecto se ajustó a través de diferentes reuniones con vecinos del barrio, donde se aportaron diferentes ideas y necesidades: personas con movilidad reducida, ancianos, pequeños comercios, rutas preferenciales, necesidades de espacios de encuentro y juego.
4. Urbanismo inclusivo. El proyecto fue diseñado desde una perspectiva inclusiva para mejorar la calidad de vida de gente del barrio. La intervención de regeneración urbana intenta volver a conectar los diferentes niveles del lugar, construyendo un piso con un pavimento continuo antideslizamiento de piedra como una adaptación del tradicional sistema de pavimentación. Las conexiones con las calles se resuelven con rampas suaves y con peldaños reducidos para facilitar los desplazamientos diarios como para ir a la panadería, a la Iglesia, el centro de formación de personas adultas, Cáritas o para llevar a los niños a la escuela. La propuesta más llamativa del proyecto es la gran plataforma de madera que sobrevuela el espacio arqueológico la cual tiene tres funciones: conecta los distintos puntos de nivel de la plaza, marca la altura original de las arcadas interiores, y recupera el recorrido histórico hacia la histórica calle Valencia. El pavimento de listones de madera de iroko está colocado manualmente sobre una estructura de acero adaptada a la topografía. Este alarde estructural, sostenido por micropilotaje, facilita los cambios de nivel mediante unas pequeñas gradas que permiten sentarse y charlar. Así se consigue parcialmente que la plaza sea flotante facilitando la continuidad del espacio público de las calles aledañas. Se consigue así un espacio urbano utilitario que promueve la sensación táctil de la pequeña escala que se refuerza por la presencia de la estudiada jardinería y la recuperación de la presencia del agua como metáfora del depósito original que fue.